La medida, que entraría en vigor el 1 de marzo, implica un endurecimiento de la política de la Casa Blanca hacia el gobierno de Maduro, pese al diálogo que entablaron con miras a facilitar la deportación de venezolanos desde EE.UU.
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La medida, que entraría en vigor el 1 de marzo, implica un endurecimiento de la política de la Casa Blanca hacia el gobierno de Maduro, pese al diálogo que entablaron con miras a facilitar la deportación de venezolanos desde EE.UU.