“El perro lo atacó mordiéndole el pecho y luego la mano. Muhammed no habló, solo murmuró: ‘No, no, no’», relata Nabila, la madre del joven de 24 años que no podía valerse por sí solo.
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“El perro lo atacó mordiéndole el pecho y luego la mano. Muhammed no habló, solo murmuró: ‘No, no, no’», relata Nabila, la madre del joven de 24 años que no podía valerse por sí solo.